martes, 6 de junio de 2023

Pampurrias tras la noche electoral.

 

A mí, los que de verdad me dan pampurrias son quienes celebran como una victoria lo que, en realidad, les supondrá cavarse un hoyo más profundo o caer en él desde el borde donde, mal que bien, van sobreviviendo. Esos que se creen pasajeros del mismo barco que quienes, a veces, les pasan la mano por la espalda, la misma mano con la que, cuando no los necesitan, los arrojan sin miramientos por la borda. Esos funcionarios de medio pelo que miran por encima del hombro al usuario; esos currantes de poco sueldo y mucho forocoches; esos autónomos que, por no tener jefe, se imaginan compadres de los Amancios y Florentinos; esos patriotas que se enrollan la cabeza con una bandera que los deja ciegos. Esos, en definitiva, sobre los que se mean quienes hoy brindan con motivo, y aún lo agradecen porque piensan que los rocían con champán.