miércoles, 7 de marzo de 2018

Shakespeare y Te recuerdo Amanda

En 1968, Víctor Jara era un reconocido director de teatro. La música adquiría un peso cada vez mayor en su vida, pero aún faltaban dos años para que se convirtiera en su principal ocupación. En ese momento integraba el equipo estable de directores del ITUCH (Instituto de Teatro de la Universidad de Chile), durante el último trienio había ejercido de profesor de actuación en esa misma Universidad y había recorrido América, desde California a Buenos Aires, representando varias obras. Gracias a esa labor, el British Council le invitó a pasar la primera mitad del año en Inglaterra, para que estudiase la metodología de prestigiosas compañías y asistiera a sus ensayos. Una de ellas era la Royal Shakespeare Company, de Stratford-Upon-Avon, la localidad natal del gran dramaturgo inglés. Allí participó en un homenaje a su memoria y recibió una carta donde le informaban de que su hija Amanda padecía diabetes. 


Víctor Jara en el homenaje por el aniversario de Shakespeare, en Stratford-Upon-Avon.
Sumergido en la acogedora atmósfera de la RSC, Víctor tenía muchos amigos entre los actores, a quienes acompañaba durante los ensayos diarios de Dr. Faustus y en sus visitas al pub The Dirty Duck. Uno era Alan Howard, sobrino de Leslie Howard y, en el futuro, el más famoso intérprete de Shakespeare y la voz de Sauron en El Señor de los Anillos, entre otras cosas. Al verlo tan callado y preocupado, Alan le preguntó qué le ocurría. Cuando le contó la enfermedad de su pequeña lo tranquilizó, diciéndole que él también la padecía y que podría llevar una vida normal, a pesar de que aún fuese incurable. Víctor siempre agradeció la ayuda y comprensión que le brindaron. En esa atmósfera de añoranza y melancolía, pero también de amistad y comunión, sentado en la cama de una pensión de Stratford, compuso Te recuerdo Amanda.

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