Del logos al mito.

“¡Mito!¡mito!”, jaleaban a Bolsonaro sus fanáticos. Dicen que Nostradamus profetizó el futuro poniendo su época como punto de inflexión: a partir de entonces la historia daría marcha atrás. El porvenir sería el devenir invertido del pasado. La Filosofía nació con el paso del mito al logos, de la irracionalidad a la racionalidad. La mente infantil fue sustituida por la adulta, que no acepta las explicaciones porque sí e indaga en los hechos, en sus antecedentes y sus consecuencias, sin dejarse engatusar con cuentos y palabrerías de falso hechicero. Viendo a Bolsonaro y a Trump, al ISIS y a unas cuántas cosas de este siglo veintiuno - más cercanas y cotidianas - parece que Nostradamus acertase (aunque fuera por casualidad, hasta los relojes rotos dan la hora correcta dos veces al día), y estemos asistiendo al paso del logos al mito. Si es así, lo que viene después son los siglos oscuros. O igual ya andamos sumergidos en ellos, y yo sin enterarme.