Ha fallecido Joan Turner, la viuda de
Víctor Jara. Joan se inició en la danza en su Londres natal, con el Ballet Joos
recorrió buena parte de Europa y recaló en Chile con su entonces marido,
Patricio Bunster, del que se separó al cabo de unos años. En este país ingresó
en el Ballet Nacional y dio clases en la Universidad, donde conoció al que con
el tiempo sería su segundo esposo, aún un joven estudiante de Teatro y cantante
en ciernes. Su brillante trayectoria profesional quedó en parte eclipsada tras
el asesinato de Víctor y el forzado exilio a Londres. Pasó a ser conocida como
Joan Jara y recorrió el mundo, reclamada para actos de solidaridad con el
pueblo chileno. En 1983 escribió una biografía de su marido, “Un canto
truncado”, donde cuenta detalles de su vida, de los impulsos que movían su
faceta creativa, tanto en teatro como en canción y de todo lo que rodeó su muerte,
incluido el rescate in extremis del cadáver. No cejó en pedir justicia y ha
llegado a ver cómo, medio siglo después, se condena a siete militares
implicados en el crimen y cómo Estados Unidos ha despojado de la nacionalidad
al autor material, primer paso para su extradición. A mitad de los ochenta
retornó a Chile. Además de ser símbolo antifascista en un país todavía sometido
por la dictadura, retomó su carrera creando el Centro de Danza Espiral. En
reconocimiento a su labor profesional, en 2021 el gobierno le otorgó el Premio
Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile. En 1993 había
instituido la Fundación Víctor Jara, que mantiene vivo su legado. Hace unos
veinte años estuvo en Zaragoza, y gracias a la generosidad de Mónica Díaz pude
saludarla y regalarle un libro mío dedicado, como agradecimiento al referente
personal que durante mi juventud, más allá de sus canciones, fue Víctor para
mí. Que la tierra le sea leve.
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